Si sos parte de una empresa de salud, y estás atravesando un proceso de expansión, tenés que saber que también necesitás expandir tu comunicación.
Más metros cuadrados exigen más comunicación. ¿Por qué? Porque no es lo mismo gestionar 1 espacio que 10, ni 15 personas que 100. Simplemente por eso.
¿Alguien cree que una multinacional tiene la misma estructura y necesidades para posicionarse que un comercio de barrio? Claramente no, por eso podemos pensar una relación entre las dimensiones de las organizaciones y sus estructuras de comunicación.
Cuando existen procesos de expansión “territorial”, es decir se suman sedes de atención, existen varias cuestiones a tener en cuenta. En principio el movimiento del personal a áreas de trabajo distintas debe ser ordenado, planificado y empático. Para esos existen planes de comunicación específicamente pensados para mudanzas, que contribuyen a que “todo fluya”. Pero también debemos pensar que las estrategias de marketing se deben diversificar y ordenar en función del caudal de servicios o de turnos que se busca brindar, sabiendo que se cuenta con mayor capacidad para eso. Difícilmente se pueda trabajar con objetivos “viejos”, cuando las necesidades cambian; sino vamos a estar teniendo un plan en déficit permanente.
De igual forma a nivel de comunicación interna hay situaciones que reveer. Informar los cambios oportunamente, las vías de comunicación, horarios de atención, referentes, etc. es imprescindible para que todos sigan sintiéndose parte de un mismo equipo a pesar de trabajar en espacios distintos.
En este sentido, (y como siempre para nosotros que creemos que la comunicación es realmente una herramienta de transformación), considerar una revisión de las estrategias, canales y soportes de comunicación ante una expansión resulta no solo lógico, sino obvio.