Esto no es solo un problema de canales, es un problema de enfoque. Porque si tu estrategia no logra incluir a todos los públicos relevantes para tu institución, entonces no es una buena estrategia. Así de simple.
El problema de elegir canales “por moda”
En nombre de lo digital, muchas organizaciones están dejando de hablarle a un público clave: las personas mayores de 60, aquellas que no están cómodas usando redes sociales, o incluso quienes no tienen acceso regular a internet. Pero también queda fuera gente con poco manejo tecnológico o con otra forma de consumir información.
Comunicar bien también es incluir. Y eso significa pensar más allá de la herramienta de moda.
Redefinir tu estrategia desde los públicos, no desde los canales
Una estrategia efectiva no empieza con “¿qué posteamos en Instagram?”, sino con “¿a quién necesitamos llegar y cómo se informa esa persona?”. Conocer a tu audiencia significa saber qué necesita, cómo se comunica y por qué canales se siente más cómodo.
Por ejemplo, un hospital que solo comunica por redes puede estar desconectando de los jubilados que siguen yendo al mostrador para hacer consultas, o de familiares que buscan información impresa, clara y accesible.
Opciones para comunicar sin depender de Instagram
1. Eventos presenciales con impacto y bajo costo
Un pequeño evento en la sede de tu institución puede tener un gran impacto. ¿Un taller breve? ¿Un desayuno informativo? ¿Una charla abierta? Lo presencial permite generar vínculo, resolver dudas cara a cara y reforzar el sentido de pertenencia.
Un sanatorio, por ejemplo, organizó una jornada para explicar cómo usar su app de turnos. Al final del evento, ayudaron a cada asistente a crear su usuario. Resultado: más turnos online y mejor percepción de accesibilidad.
2. Canales simples y eficaces: mail, WhatsApp, cartelería institucional
No hace falta redescubrir la pólvora. Un correo electrónico bien diseñado, un grupo o canal de WhatsApp con información clara y periódica, o incluso cartelería actualizada en lugares clave, pueden hacer una gran diferencia.
Además, estos canales no requieren grandes inversiones, pero sí una estrategia y constancia para ser realmente efectivos.
3. Ayudar a subir la barrera tecnológica (sin hacerlo difícil)
La brecha digital no siempre es falta de acceso: muchas veces es miedo o vergüenza. Brindar asistencia para usar una app, un portal o incluso simplemente explicar cómo suscribirse a un boletín puede romper esa barrera.
Una clínica puede tener una persona de atención exclusiva para acompañar en estos procesos. Eso no solo mejora la experiencia, sino que genera confianza y fidelización.
Una estrategia profesional no se define por modas
Estar en redes sin saber para qué, ni para quién, es solo ruido. Comunicar bien es llegar con el mensaje correcto, en el momento oportuno, por el canal adecuado. Y eso se construye desde el conocimiento profundo de tus públicos, no desde los likes.
Cómo evaluar si tu estrategia es realmente integradora
Hacete esta pregunta: ¿Estoy incluyendo a todos los públicos que son importantes para mi institución, o estoy hablando solo con los que me resultan más cómodos?
Si la respuesta te incomoda, probablemente sea momento de revisar tu enfoque.
¿Querés una estrategia hecha a medida para tu institución?
No todas las instituciones tienen que estar en Instagram. Pero todas necesitan comunicar bien. Y eso implica pensar en todos tus públicos, no solo en los más digitales.
En MOTS diseñamos estrategias integradoras, accesibles y con impacto real. Si querés profesionalizar tu comunicación, sin fórmulas mágicas ni modas vacías, hablá con nosotros.